Lo primero, ¡DIALOGUEMOS!
¡Hola, queridos lectores!😀
En la entrada de hoy os propongo una solución a vuestros conflictos. En este caso, será aplicado al aula, pero seguro que podremos aplicarlo en nuestra vida fuera del aula 😉.
Para solucionar conflictos no solo hay que entenderse, hay que
querer entenderse. El diálogo 👄👂 es, muchas veces, la solución a muchos de los
problemas que pueden surgir en el aula.
Así, propongo una serie de conflicto, los cuales podrían
desarrollarse en el día a día, y una síntesis de cómo podríamos abarcarlos:
- Agresión
verbal: la solución es dialogar entre las partes, analizar las
causas, explicar a los alumnos los problemas o consecuencias que puede
tener, … hacerles razonar.
- Agresión
física: se separa a los implicados, se habla con ellos, será un
proceso parecido al de la agresión verbal. Hay que ser el mediador,
proponer una solución y, si no hubiese acuerdo, se acude a la
Administración.
- Dormirse
en clase: habrá que analizar el problema, pues puede ser que la
culpa sea del profesor, de la forma en la que imparte la asignatura; o
puede ser que el estudiante venga con problemas de casa. Tenemos que
hablar con él alumno, si puede ser de forma aislada, al final de clase, y
analizar que causas han podido darse para llevar a que el alumno se
durmiese.
- Deberes
de otras asignaturas: en este caso se hace una propuesta, si hay
un examen a la hora siguiente, es probable que el alumnado este distraído
durante toda la hora… una posible solución, podría ser la de dar media
sesión, en la que se comprometan a atender, y después, si han cumplido, dejarles
repasar.
Estas son algunas de las ideas que expongo, siempre
recordando que, antes de tomar otras medidas punitivas, existen vías que
probablemente calarán más en el alumno, le harán reflexionar y pensar en las
consecuencias que pueden tener sus actos.
Y vosotros, ¿qué otras medidas creéis que se podrían aplicar en caso de conflicto?... ¡Dialoguemos!😜
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