(Con)vivir con diabetes

 ¡Holaaaa!😊


En la entrada de hoy vengo a tratar un tema que, como docentes, puede plantearse en nuestras clases. Niños con enfermedades crónicas, en concreto, la diabetes.

La diabetes es una enfermedad crónica e irreversible del metabolismo en el que se produce un exceso de glucosa en sangre y orina. Se debe a una disminución de la secreción de la hormono insulina o una deficiencia en su acción.

Lo cierto, es que, en principio, la vida escolar de un niño que padezca esta enfermedad no debería diferenciarse de la de cualquier otro, ni presentar ningún problema para el docente. Lo que si sería recomendable, es que el docente supiese las diferentes situaciones que pueden darse y como actuar frente a ellas:

- Hipoglucemia: crisis causada por niveles bajos de azúcar en sangre. (<70)


Para su tratamiento, se deberá de suministrar azúcar al alumno (zumo, miel, agua con azúcar) y dar reposo. Repetir la glucemia a los 15 minutos y, si la hipoglucemia persiste, repetir la ingesta de azúcar; sino, suministrar hidratos de carbono lentos (galletas, pan, leche) para que la glucemia se mantenga.

Si la hipoglucemia persiste y el nivel desciende y hace que el alumno pierda el conocimiento, habrá que informar a los padres y a los servicios sanitarios. Existe una inyección llamada glucagón, que ayudaría a resolver la hipoglucemia, pero muchos colegios se niegan a su inyección, por tanto, será imprescindible actuar con rapidez.

- Hiperglucemia: crisis causada por niveles altos de azúcar en sangre. (>180)


Para su tratamiento consiste en que el alumno se suministre insulina. Se recomienda dejar que el alumno vaya a beber agua u orinar si lo necesitase, pues son principales síntomas de estos episodios. Si apareciesen síntomas como vómitos o dolores intensos, avisar a la familia.

Aunque, como se ha mencionado anteriormente, esta enfermedad no debería de influir en la vida del niño, se debe de tener en cuenta, sobre todo en el período inicial del diagnóstico de la enfermedad, de que el alumno esta expuesto a cambios en su rutina, a una continua toma de decisiones, que según la edad será capaz de afrontar o no, … Todas estas cosas, pueden influir en el estado de ánimo del niño y una mala manera de afrontar la enfermedad, puede desencadenar un rechazo a la enfermedad, irritabilidad, disminución del rendimiento escolar, pasividad, tristeza o falta de comunicación. Por ello, considero importante que desde el centro faciliten la convivencia del niño con la enfermedad sin distinguirle de los demás por ello, es decir, las normas deben ser iguales, pero se debe de tener en cuenta, en especial a edades tempranas, que el alumno se sienta cómodo con su relación con la enfermedad, para que así no dificulte otras situaciones (rendimiento, relaciones, familia, ...).

Y vosotros, ¿Cómo creéis que debe enfrentarse un docente a este tipo de situaciones?, ¿Hasta dónde debe de involucrarse?








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